Sergio Bitar, ex ministro de Educación del gobierno deRicardo Lagos, es uno de los 58 firmantes de la carta “Salvemos al Instituto Nacional” que publicaron en “El Mercurio” ex alumnos del prestigioso establecimiento de la Municipalidad de Santiago para responder las críticas del rector de la Universidad de Santiago, USACh, Juan Manuel Zolezzi, quien dijo que no habría estudiado ahí por su sistema de selección enfocado en obtener buen puntaje en la PSU.
La carta se pregunta si el propósito del Instituto, creado por Camilo Henríquez en 1813 para “dar a la patria ciudadanos que la defiendan, dirija, hagan florecer y le den honor” tiene sentido para las actuales autoridades del gobierno de la PresidentaMichelle Bachelet, que impulsan una reforma educacional que “obstaculiza la identificación de jóvenes con talento académico” y tiene la intención de “poner fin” a su misión fundadora.
El también ministro de Obras Públicas en el gobierno anterior de Bachelet explica a“El Líbero” por qué decidió firmar la carta, que le llegó por correo de parte del presidente de la Asociación Cultural del Instituto Nacional, y la firmó porque le pareció seria y estaba bien redactada.
-¿Por qué suscribió la carta?
-Los que estudiamos en el Instituto Nacional tenemos un sentimiento muy profundo respecto de lo que significa. En la calidad de un colegio no sólo está la calidad de los alumnos que, por cierto es importante, sino también la tradición del colegio, la calidad de los profesores, las prácticas que se van acumulando durante 200 años, el orgullo, la vocación. Luego, la Presidenta y el Gobierno están lanzando una fuerte operación para reforzar la educación pública. Desde ese punto de vista, los colegios públicos que muestran excelencia deben ser simbólicos y no deben desmoronarse. Entonces, una política que los debilite no apoya ni a lo público ni a la equidad y termina apoyando a los colegios particulares, que nadie les pone ninguna limitación a que seleccionen o que tengan los mejores puntajes a través de la educación de sus padres y, por cierto, también en la calidad de los colegios. Hay una serie de factores que influyen. En mi exposición en el Senado (sobre la reforma educacional) que hice como ex ministro, sugerí que los colegios públicos en la secundaria lo dejáramos pendiente para su discusión cuando entre el proyecto de ley de educación pública. No sé si querrán tomar ese criterio, pero pienso que hay que mantenerlo más.
-¿Ud entonces es partidario de mantener el sistema de selección por mérito académico en el Instituto Nacional?
-Lo importante es evitar la discriminación por nivel socioeconómico, pero lo que no debemos hacer es la selección por mérito cuando se trata del mismo nivel socioeconómico en algunas circunstancias muy especiales, como es en este colegio, que tiene una tradición, y en 20 o 30 colegios más. La segunda razón es política, tienes que poner prioridades. Y francamente, desde el punto de vista de las reformas que estamos impulsando, no entiendo cuál puede ser la prioridad de afectar o dañar al Instituto Nacional o a otros como el Carmela Carvajal, y tantos otros, ¿en pos de qué, de la equidad? Quién dijo que la equidad tiene que hacerse tirándolos a todos abajo. Entonces, me parece que la lógica que inspira estas decisiones está errada, y que debieron haber puesto la prioridad en reforzar la educación pública y mostrar al Instituto como un símbolo.
-¿La reforma educacional afectaría el sistema de ingreso al Instituto Nacional?
-El ranking que se hizo para darle más llegada a los niños que vienen de colegios municipales tuvo un efecto contrario porque favoreció a los colegios privados. Tenemos que tener cuidado de cómo mejoramos el acceso a los sectores de menores ingresos, en cómo tenemos colegios públicos de clase media y media baja de excelencia, copiar cómo se logran esos resultados para generalizarlos, pero nuestra preocupación número uno, a mi juicio, una vez aprobado el proyecto que está en el Congreso sobre lucro, debe ser la educación pública, y ese proyecto tiene que tener una discusión de fondo y para lograr ese propósito el Instituto Nacional y los demás colegios que han tenido resultados son una ayuda, no son un problema.