Al respecto, enfatizó que “es inaceptable que la legislación no le entregue una respuesta a las mujeres que llevan adelante embarazos que no llevarán al nacimiento de un niño y a sus familias sino que sólo se traducirán en una tortuosa espera que no conducirá nada. Tampoco es tolerable que el derecho no tenga herramientas para proteger la salud de una mujer que enfrenta un embarazo que puede causarle la muerte. En todos los países, las mujeres y sus médicos tienen la posibilidad de interrumpir el embarazo cuando este no es viable o amenaza la vida de la madre y, en nuestro país, le damos las espalda a esta realidad causando el sufrimiento de muchas chilenas y poniendo en riesgo su salud”.

La presidenta del PPD recordó que en Chile siempre existió un reconocimiento legal del aborto terapéutico y que este fue penalizado en los últimos días de la dictadura de Pinochet. Sobre el punto, afirmó que este cuerpo legal, así como la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, se dictaron para amarrar las manos de la naciente democracia e impedir que los chilenos pudieran decidir libremente respecto a la forma de regular estas materias tan sensibles. Al respecto, sostuvo que “ya es hora que nuestro país se sacuda de estos amarres que nos dejó un gobierno autoritario y discutamos sobre estas materias sin temores y sin vetos. Eso es lo que nos están pidiendo los jóvenes con la educación y lo que nos piden las mujeres con el aborto terapéutico. Por eso, el PPD va a defender enfáticamente el derecho a debatir estas materias y, respetando las legitimas diferencias que se dan en torno a ellas, vamos a oponernos con decisión a los intentos por censurar estos debates y por estigmatizar las opiniones de quienes buscamos cambiar la actual legislación”.