Estaba dispuesto a asumir los costos de enviar al congelador el proyecto de carrera docente si es que el traspié ocurrido en la comisión de Educación no lograba revertirse en sala. El diputado y ex presidente del PPD, Pepe Auth, cuestiona la falta de diálogo con el Gobierno, y al interior de la propia Nueva Mayoría. De hecho, ejemplifica el desorden interno con un protocolo firmado con el ministro Nicolás Eyzagurirre -cuando encabezaba Educación- para aprobar la iniciativa docente, que tambaleó la semana pasada.
También advierte que en los temas de recuperación económica y combate a la delincuencia es donde deben estar los acentos del Gobierno, incluso desde un punto de vista electoral.
¿Cómo debe reinventarse el Gobierno para salir de la crisis?
Los Gobiernos no deben reinventarse, deben ser fieles a sí mismos. Tienen que mostrar su verdad no más. Lo más sabio que debe ocurrir, y que está pasando, es que el Gobierno se está mostrando como es, con sus limitaciones, sin la soberbia del inicio, sin la pretensión refundacional, sino que más concreto, más preciso, menos grandilocuente, y esa debe ser la línea.
Usted dijo la semana pasada, tras el impasse por la carrera docente, que como oficialismo le fallaron al Gobierno. ¿No han sido suficientes los cónclaves?
No hemos tenido muchos cónclaves y probablemente ese sea el problema. De hecho, el cónclave tan anunciado no se ha realizado a la espera de mínimos niveles de acuerdo, así que no soy de la idea de que ha sobrado el diálogo y los encuentros, más bien lo contrario: ha faltado el diálogo. Se ha dado por hecho que dialogar con las directivas de partidos y los ministros es suficiente. Lo que ha faltado es eso, diálogo. Y no sólo con el Gobierno, hago la autocrítica, los principales responsables somos nosotros, ya que antes de dialogar con el Gobierno debiéramos tener acuerdos y niveles de diálogo superiores. En la Cámara no he visto a la Nueva Mayoría actuando como tal, discutiendo sus diferencias y votaciones, sino que cada partido hace lo suyo y se reúne por separado con el Gobierno. Hay que establecer un procedimiento más colectivo.
¿El Gobierno salió debilitado o fortalecido tras esta semana?
No es mi preocupación principal, sino que la reforma avance, que hagamos nuestra pega. Hubo una autocrítica, porque nadie entiende por qué parlamentarios que se abstuvieron en una comisión se sumen después a una cuestión tan evidente. Hace más de un mes firmamos un protocolo, con el entonces ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, que se llamaba justamente “Condiciones mínimas para reanudar el trámite legislativo”, y así aprobar la idea de legislar. A varios de la Alianza se le salió que iban a votar contra la reforma, eso es lo que estaba en juego, no un proyecto en particular ni el porcentaje de horas no lectivas. Lo que estaba en juego, creo, era si hacíamos o no nueva carrera docente. Jaime Bellolio (UDI) entendió eso, por eso votó a favor, porque si se rechazaba francamente yo mismo era partidario de dejar caer esa reforma y concentrar todos los recursos en la gratuidad de la educación. Creo que se salvó de salir de las prioridades de Gobierno.
¿Estaba dispuesto a asumir los costos de retroceder en una reforma de este calibre?
Es que si hay un proyecto que es rechazado, hay otras reformas a las que le faltan recursos y además tienen un impacto sobre las familias más directo e inmediato -porque lo que estamos haciendo en materia docente es muy importante para la calidad de la educación, pero no tiene rédito electoral directo ni impacto en el tiempo gubernamental de dos o tres años- entonces hacerlo sin apoyos, y más encima sin apoyos parlamentarios… obviamente hubiera sido partidario de poner todos los huevos en la canasta de la gratuidad.
¿La Nueva Mayoría le dio una “victoria gratis” a la derecha?
Son flores de un día. Creo que es bien incomprensible que la derecha reciba el aplauso vigoroso de dirigentes que están a la izquierda del PC. El oportunismo político no para nunca. Por eso creo que los que ganaron el jueves en la derecha son personas como Bellolio y los que votaron como él.
¿Qué impacto les puede traer como Nueva Mayoría en las municipales que se mantenga el rechazo a las reformas estructurales del Gobierno?
Las municipales son extremadamente locales, poco sensibles al clima político nacional. Si hay riesgo en las municipales es que prolifere la votación de tercera fuerzas e independientes. No veo a la derecha en condiciones de capitalizar nada. También ha surgido la idea que poner énfasis en crecimiento y moderar el gasto podría ser dañino para las municipales. Pienso lo contrario, que no hay nada más dañino para las elecciones que la irresponsabilidad y el deterioro económico. La política sale de las prioridades de la gente cuando hay desempleo y malas expectativas económicas, así que poner el énfasis en la recuperación económica y ajustar expectativas es, desde el punto de vista electoral incluso, mucho más sabio que lo contrario.
Pero ese escenario podría pavimentar el retorno de Sebastián Piñera y la centroderecha al Gobierno. Es su discurso.
Alguien dijo en otra latitud: “Es la economía, estúpido”. Mientras la economía va bien no hay problema y la gente decide por razones políticas, pero cuando va mal la gente puede decidir por razones económicas. El descalabro económico no ayuda para nada a la continuidad de una mayoría política.
¿Cómo ha visto la dupla entre Jorge Burgos y Rodrigo Valdés?
Me parece muy saludable que estén conversando mucho Interior y Hacienda. También que Hacienda haya recuperado el rol histórico de ponerle el límite de la realidad financiera a la oferta política y creo que entre los dos están haciendo un esfuerzo de conducción que era absolutamente indispensable. También ver al Gobierno comprometido en el control y detención de la delincuencia.
¿Y no es darle un punto a la derecha posicionar esa agenda?
Siempre ha sido un tema de derecha y siempre la centro izquierda ha tenido dificultad para hacerse cargo de esa agenda. La derecha siempre pide más mano dura y la izquierda comprensión por la desigualdad que genera la delincuencia, y yo creo que hay un punto intermedio. No se puede responder diciendo sólo que es un tema de desigualdad, hay que contenerla y eso tiene una dimensión policial y legal de la que hay que encargarse.
Hay algunos que han advertido que la priorización del Gobierno provocará daño electoral. ¿Lo ve posible con las bajas cifras de apoyo a las reformas?
No entiendo ese análisis porque algunos podrían decir ‘las encuestas dicen que son las reformas las que nos van a provocar un daño electoral’, porque cuando a la gente le preguntan en global como en la reforma educacional, la rechazan. Pero cuando a la gente le preguntan si está a favor o en contra de terminar con el lucro, 75% está a favor. Es decir, las reformas como logo tienen mala prensa, pero las medidas que contienen son positivas. Claro, el Gobierno está en un mal pie, obviamente su credibilidad para defender y promover reformas es baja.
¿Como bloque han estado al debe en la difusión también?
Hemos hecho poco nosotros mismos como Nueva Mayoría parlamentaria para defender las reformas y ganar en la sociedad. Y el Gobierno en este año y medio no ha hecho lo suficiente.
Fuente: El Pulso