En diciembre de 2005, Sergio Bitar (PPD) dejó su cargo de ministro de Educación para integrarse al equipo de la entonces candidata Michelle Bachelet. El objetivo era reforzar el comando de cara a la segunda vuelta que la enfrentó con Sebastián Piñera y terminó convirtiéndola en Presidenta.
“Tuve el honor de que ella me pidiera dejar el gabinete. Ahí aportamos más que nada con Andrés Zaldívar”, recuerda el ex ministro y ex presidente del PPD, quien se refiere a Bachelet como “la Presidenta”.
Casi ocho años después, Bitar trabaja nuevamente para tratar de que la oposición vuelva a La Moneda. En los últimos meses lideró una iniciativa destinada a confeccionar un documento con propuestas programáticas para quien represente al bloque en las elecciones de noviembre (ver relacionado).
En la tarea participaron cuatro think tanks vinculados al sector: la Fundación por la Democracia (PPD), el Instituto Igualdad (PS), la Corporación Democracia y Comunidad (DC) y el Centro de Estudios Sociales (PR). El documento será entregado mañana a los presidentes de los partidos de la Concertación.
Cambios a la Constitución
-El texto se confeccionó a partir de los planteamientos de expertos y dirigentes, quienes respondieron dos preguntas. La primera de ellas fue:
¿Cuáles son las ideas fuerza que deben orientar la acción de mediano plazo de la centroizquierda de cara a 2020?”. ¿Qué piensa usted?*
-Son dos ejes que cruzan todo. Un eje de participación ciudadana y otro de profundización de la democracia. Y un eje de mayor igualdad y de expansión de la economía desconcentrándola. El primer eje incluye lo que representa la lucha por la no discriminación, por los espacios de participación. Hay amplia coincidencia sobre el cambio electoral y amplia coincidencia sobre una nueva Constitución. Está la dimensión de la igualdad, pero sustentada en un crecimiento fuerte. Luego, la provisión del Estado, un Estado más fuerte con capacidad regulatoria.
–La otra consulta que respondieron fue: “¿Qué políticas y programas debieran priorizarse en el período 2014-2018?”.
-Hay un conjunto de coincidencias. Si tomo el tema de salud, la hay en el sentido de crear un seguro básico universal financiado por el Estado, y que después cada cual tome los seguros adicionales que quiera. Una inversión más fuerte en infraestructura pública y mayores recursos para tener especialistas en el sector público. En los temas económicos está muy clara la necesidad de una reforma tributaria. Hay discusión de cómo y con qué gradualidad. Pero hay una advertencia importante de no creación de expectativas frente a una situación económica que va a ser más restringida
que lo que vivió este gobierno.
-Uno de los capítulos del documento se titula “Nueva Constitución”. Los cuatro especialistas consultados plantean su acuerdo con la posibilidad de convocar una asamblea constituyente.
-Todas las transiciones, a diferencia de Chile, tienen cambios constitucionales de envergadura. Pero también todas las transiciones, incluso aquellas donde las fuerzas políticas proponen asamblea constituyente, desembocan al final en parlamentos con poder constituyente elegidos especialmente para esa función. Más que asambleas constituyentes
es una experiencia que debemos recoger. Mi visión es que podemos encontrar formas institucionales, sin descartar una asamblea constituyente.
-Fernando Atria, asesor de Bachelet en materias constitucionales, afirma en el documento: “El poder constituyente originario no es susceptible de ser legal, no puede ejercerse institucionalmente, tampoco hay una necesidad obligatoria de que sea ilegal, es alegal “.
-Es una tesis respetable. En la literatura de la democracia de la asamblea constituyente es algo legítimo. La pregunta es cómo generar las condiciones sociales y políticas para encaminarse a una nueva Constitución. Ha habido una propuesta de dos senadores (Escalona, PS, y Zaldívar, DC) para que lo resuelva el Congreso (a través de una comisión bicameral). Pero el gran temor es que atrapado por el sistema electoral y los quórums existentes sea casi inviable hacer un cambio. Es un debate que está empezando.
-¿Es posible una bicameral?
-La discusión debe tener una impronta más nacional, profunda, pero también un marco constitucional. No se puede arriesgar a un país a quedar sin Constitución. O quedarse en un cuadro de fragmentación de opiniones que no desemboque en nada.
-En el documento, el constitucionalista Eric Palma advierte que “el candidato presidencial de la Concertación tendrá que demostrar la capacidad de alinear a la Concertación con la idea de la asamblea constituyente”.
-No hay una decisión en la Concertación ni tampoco en la oposición.
-En la campaña anterior, usted integró el comando de Bachelet. Algunos la cuestionan por la manera en que administra su “silencio”.
-La Presidenta ha sido en esta ocasión bastante explícita de hacia dónde quiere caminar. Y ha tenido la sabiduría de consultar a la ciudadanía.
-A diferencia de la campaña para la segunda vuelta de 2006, hoy no se ve a dirigentes históricos de la Concertación junto a ella.
-Puedo darle mi opinión. Ella tomará sus decisiones. Coincido con lo que está haciendo. La generación a la cual pertenezco es muy excepcional en el tiempo. Vivió el período previo a la dictadura, luchó contra la dictadura, construyó una democracia. Esa generación ya está terminando su ciclo y por lo tanto tiene que abrir paso a una nueva. No dejar a esa generación al costado. Al gobernar vamos a entrar a una fase distinta. Los jóvenes tendrán visiones programáticas más nuevas. Pero siempre es útil contar con las personas que han tenido más experiencia. ¿Cómo se da ese equilibrio? Depende de la sabiduría de la Presidenta. Ella es portadora de ambas cosas.
De lo nuevo y de la experiencia. La generación mía tiene una función muy importante, hacer de respaldo a los nuevos, más que estar en la primera línea.
Partidos: “Tienen que estar”
-¿Luego de las primarias, si ella las gana, podrían incorporarse rostros históricos al comando?*
-En la segunda parte (de la campaña) deben incluirse los sectores que no están. Eso va a traer gente nueva. Debiera haber un gran esfuerzo de registrar nombres de jóvenes. Y combinar. No hay que olvidarse nunca de esa frase tan buena: “Las campañas se hacen en poesía, pero se gobierna en prosa”.
-¿Cómo evalúa la relación que han tenido Bachelet y su entorno con los partidos opositores?
-Si miro en general y en teoría, un gobierno es más sólido cuando tiene partidos respaldándolo firmemente y también es más sólido cuando los partidos son buenos. Los partidos tienen que estar firmemente y los partidos tienen que mejorar. Eso significa disciplina, creatividad. Eso se ha deteriorado. Hay un esfuerzo grande que hacer que no es solo responsabilidad de la Presidenta.
-¿Qué participación tienen los partidos en la campaña de Bachelet?
-Si no la mayoría, las personas que están ahí son personas vinculadas a los partidos, que son los espacios de reflexión naturales de una democracia. Eso hay que reforzarlo y ampliarlo.
-¿Le ha encargado el comando alguna misión?
-Uno siempre tiene contactos y está dispuesto a ayudar.