“Esta situación nos parece grave, pues de todo ciudadano, y en particular de un dirigente político, se espera la responsabilidad y cordura necesaria para no poner en riesgo la vida de los demás; es aún más grave cuando las Juventudes Políticas hoy nos encontramos desacreditadas, al punto de que sólo un 1,1% de los jóvenes chilenos confían en los partidos como instrumento para cambiar la realidad. En este escenario, actitudes como las del Sr. Vásquez no hacen más que agravar la crisis de la política”, aseguró la JPPD.
Y agregaron que recordaban “las maniobras realizadas por el ex Presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, con miras a la impunidad de su hijo tras asesinar a una persona inocente, también conduciendo en estado de ebriedad”.
“Esperamos que Renovación Nacional rectifique sus prácticas, dejando de paso de ser un obstáculo para las transformaciones que hoy necesita Chile para ser un país igualitario próspero para todos sus habitantes”, sentenciaron.