por: La Segunda
“No queremos formar una coalición sólo con los radicales y el Partido Comunista”
-Si el subpacto del PPD con los radicales y el PC crece en votación, ¿podría tener una mayor influencia en la elaboración del programa presidencial?
-Lo que nosotros hemos planteado es poner en discusión la necesidad de que la Concertación tal como está no puede continuar, porque una coalición que es derrotada después de 20 años, que se redujo a 4 partidos, que no convoca, es una coalición que difícilmente se puede transformar en un instrumento de cambio y construir mayoría para lograr los anhelos de cambio que quiere la sociedad. Pero con esto no quiero decir que queremos formar una coalición sólo con el PPD, el Partido Radical y el PC, porque siempre dije que era un punto de partida… Esto es una provocación para incentivar la construcción de una nueva coalición, más diversa y ciudadana que la coalición actual y que reponga las banderas que la Concertación nunca debió abandonar.
– Usted dice que este subpacto es sólo una provocación, ¿pero qué pasa si logran una alta votación el 28 de octubre?
-Es importante que a este subpacto le vaya bien. Pero sería una contribución a la unidad de la oposición, no al proyecto de individualismo de 3 o 4 partidos.
Yo creo que la motivación no es construir una coalición en que esté el PR, el PPD y el PC. Esto es una visión para plantear con más fuerza la necesidad de la unidad de la oposición en torno al candidato que surja de una primaria y una lista parlamentaria… Eso sólo tiene sentido si hay un contrato, un compromiso que tenga que hacer y llevar adelante los Guido Girardi asegura que el mundo está cambiando y que la ex Presidenta Michelle Bachelet personifica las nuevas demandas de los ciudadanos.
Por ello, el senador PPD subraya que es fundamental la conformación de otra coalición que permita enfrentar los nuevos desafíos y ganar la carrera presidencial el próximo año. Siempre, claro, en torno a la ex Mandataria… aunque también se pone en el escenario de tener que optar por un «plan B» si la directora de ONU-Mujeres decidiera no ser candidata presidencial.
A pocos días de la elección municipal, el principal líder PPD también analiza el escenario electoral de su partido.
-Una de las pocas comunas emblemáticas que tiene el PPD para mostrar el 28 es Santiago. Ud. y su señora se la están jugando por apuntalar a Carolina Tohá. ¿Qué pasa si pierden con Zalaquett?
-Para mí su candidatura es una de las más épicas, es la que mejor simboliza la lucha de David contra Goliat, la lucha contra el poder del dinero sin ninguna restricción. Es la lucha de alguien que intenta poner ideas, proyectos de ciudad, versus una visión farandulera de la gestión pública. Lo que está haciendo Carolina es elevar el nivel de la política. Estamos en democracia y creo que ella sería una gran oportunidad para Santiago, y esa lucha vale la pena darla para ganar como para perder. Cuando uno defiende ideas, no las defiende sólo para ganar. Si bien yo tengo mucho respeto por Zalaquett como persona, creo que ha farandularizado la gestión municipal y ha hecho una pobre gestión, maquillada a última hora por una indebida intervención del municipio.
-Se dice que la Alianza la noche de la elección pretende mostrar que derrotaron a dos ex ministras de Bachelet, Tohá y Soledad Barría. ¿Cómo se puede contrarrestar esa imagen?
-Primero que todo esa elección no está resuelta. No podemos sacar cuentas alegres porque hay un universo de gente joven y un universo de votantes flotantes que van a dirimir esta elección. La elección en Santiago hoy está empatada y se va a resolver el día de la elección.
-¿Bachelet debió jugársela más por Tohá? Vino a Chile y no hizo ningún gesto a una de sus ministras y cartas más importantes de la oposición en estas municipales…
-No. Uno no puede valorar la decisión de la Presidenta para algunas cosas y después criticarla. Lo mejor que puede hacer la ex Presidenta Bachelet, incluso en función del interés que muchos tenemos de que sea candidata, es que no se involucre en la política contingente y represente de la mejor manera posible a Chile en uno de los espacios de representación más importantes que hoy día tiene la humanidad, que es Naciones Unidas. Para mí es un privilegio y un honor que ella juegue ese rol.
-¿Y no piensa que se ha inhibido en exceso, y eso puede perjudicar finalmente a la oposición?
-No. Mientras más la Presidenta se aleje de un debate que considero un tanto estéril y alejado de los contenidos de fondo de la sociedad, mejor. La Presidenta va a tener que tomar una decisión en un tiempo que va desde finales de octubre a abril y es una decisión que yo considero un tanto difícil porque es una mujer que no es adicta al poder. Si tuviéramos una persona adicta al poder, la decisión ya estaría tomada, pero tenemos a un ser humano que entre las cosas valiosas que tiene es que no lo es.
-¿Bachelet puede representar los anhelos del movimiento social?
-El mundo político fue más conservador respecto a esa demanda y creo que detrás de ese apoyo a la Presidenta hay un deseo de llevar adelante esos valores de la sociedad chilena. Por otra parte, ella está canalizando algo que yo llamo la transición civilizatoria que estamos viviendo. La sociedad está viviendo un quiebre, estamos pasando de una civilización a otra, una forma diferente de entender el mundo, las relaciones humanas, sociales, y políticas.
-¿Cómo esta coalición que dice está obsoleta va a enfrentar estos nuevos cambios?
-Por eso pienso que los cambios son tan profundos. El internet por ejemplo está generando una civilización de códigos abiertos, es un mundo colaborativo que viene en red, no es un pensamiento anacrónico y los partidos políticos son cartesianos y están organizados de arriba para abajo, por eso no les interesan a los jóvenes. El mundo cambió y esto afectó a la sociedad, la gente ya no quiere monopolios, sino que quiere mercados transparentes, sin controladores.
-¿La ex Mandataria representa esos cambios?
-Una mujer que tiene más de un matrimonio, doctora, bajita, que no es la femme fatale, se convierte en Presidenta y tiene el liderazgo que tiene… esa es la derrota de la cultura autoritaria, de los procesos que son de arriba para abajo.
-¿ Pero basta un liderazgo sin un programa atractivo?
-En el siglo XX, en este mundo vertical era posible que las elites hicieran un pacto de gobernabilidad y todo estaba resuelto, pero en un mundo del siglo XXI, de redes de poder lateral colaborativo, existe una nueva conciencia ciudadana y la gente es un actor político que disputa el poder a los partidos. Ayer los partidos decidían y los demás acataban; hoy pueden resolver, pero los ciudadanos tienen su propia iniciativa. Esto es un proceso muy complejo y por eso los programas, los acuerdos, los consensos no se van poder hacer sólo dentro de las élites.
-¿Quién cree que interpreta el pensamiento de Bachelet?
-Si Bachelet toma la decisión de volver, que es lo más natural, creo que está en sintonía con estas demandas de cambio que plantea la sociedad chilena. Yo pienso que Estela Ortiz, su amiga, es la que mejor representa la idea sobre esta materia y adhiero a ello. El mundo político tiene la ventaja de que exista una personalidad como Bachelet que tiende a romper lo tradicional.
-¿Es primordial la realización de primarias?
-Nosotros primero tenemos la elección el 28. Luego, si la Presidenta Bachelet toma la decisión de ser candidata, espero que los otros candidatos mantengan su candidatura para que se hagan las primarias porque creo que el debate profundo y la diversidad le hace bien a la sociedad.
Cuando la Concertación perdió su riqueza es porque perdió la diversidad. Entonces, si hay primarias, espero que se mantengan Orrego, Gómez, Rincón y el PC. Y creo que es bueno insistir también con Marco Enríquez-Ominami para que participe en la primaria, porque es bueno para él. Puede que no resulte electo, pero si participa y pierde, quedará validado como una persona que podría representar a toda la oposición después de Bachelet.
-¿ Qué pasa si Bachelet dice que no?
-La oposición deberá tener la capacidad de llevar a adelante un liderazgo que pueda recoger de la mejor manera esto y asumir un proceso complejo de reconstrucción de identidad, que exprese estos cambios. Tienen que surgir nuevos liderazgos.
-¿La Concertación no debería tener un «plan B» por si no vuelve la ex Mandataria?
-Las cosas no son tan dramáticas, porque igual va a haber una primaria. Si Bachelet tomara la decisión de no ser candidata, pero la oposición sigue teniendo la riqueza de poder generar un pensamiento en red y colaborativo, podremos ofrecer una mejor alternativa que la derecha, que representa la cultura del individualismo.
– ¿Lo que importa es sólo la propuesta? ¿Podrían encabezar ese proyecto Orrego, Rincón o Insulza?
-Creo que la Concertación se tendría que enfrentar consigo misma, ponerse más a tono. Bachelet absorbe en ella misma gran parte de los anhelos y de la necesidad de cambio de la sociedad. Si ella no es candidata tendría que ser un proceso más complejo y complementario al candidato.