Fernando Quilaleo, vicepresidente del Partido por la Democracia, interrumpió su agenda, plagada de reuniones de trabajo y partidistas, para conversar con El Muro sobre la actual situación por la que atraviesa la clase política del país, tras la revelación de prácticas irregulares, vinculadas directamente con el financiamiento de campañas políticas.
Quilaleo, comparte con el actual Ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo la militancia en el mismo partido. Lo conoce y cuando se le pregunta por el criticado escenario que, por estos días, enfrenta el ingeniero comercial y brazo derecho de la Presidenta Bachelet, a raíz de las boletas que entregó por concepto de asesorías a Giorgio Martelli, empresario que, a su vez, facturaba para SQM, su respuesta es clara: “Rodrigo Peñailillo no sólo es un solvente profesional, ha demostrado habilidades políticas y de liderazgo muy valiosas. Él representa un cambio generacional que muchos esperamos se produzca”.
Lo cierto es que los cuestionamientos a Peñailillo se están haciendo sentir cada vez más, e incluso, políticos de la Nueva Mayoría también se han manifestado en contra, como es el caso del candidato a la presidencia del Partido Socialista, Camilo Escalona, quien refutó el actuar del Ministro del Interior en cuanto al manejo inicial del Caso Caval, asegurando que “no tuvo una respuesta inmediata”. Sobre este punto, el vicepresidente nacional del PPD señala que “esas críticas las entiendo en el marco de una campaña electoral interna que ha traído muchas dificultades a la buena marcha del Gobierno, de la Nueva Mayoría, de la política. Es un agregado que tiene fecha de término como son las elecciones del Partido Socialista”.
Respecto de la crisis de este momento, Fernando Quilaleo plantea que, en general, “nadie del sistema político lo ha hecho bien”. Cuando se le pregunta si dentro de ese grupo, incluye a la Presidenta Bachelet dice: “Espero que cuando hagamos una revisión y miremos este período con cierta distancia, la Presidenta no haya cometido errores significativos”.
Gestión y críticas al Ministro del Interior
-¿Cómo evalúa la gestión del Ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo?
Considero que ha hecho una excelente labor, no le han tocado cosas fáciles y ha sacado importantes tareas adelante como es terminar con el sistema binominal. Él dirige un gabinete, pero también el resto del gabinete, debe colaborar en la buena marcha del Gobierno de la Presidenta Bachelet.
-¿Fue un error que, al conocerse el Caso Caval, dijera que era un tema entre privados y luego se rectificó?
No sé si son errores, la historia juzgará. Son contingencias y frente a ellas hay que tomar decisiones y en medio de ciertas contingencias, uno tiene determinados límites de acción. Hemos ido enterándonos por la prensa de los giros del Caso Caval y, un ejemplo, es que nos acabamos de enterar que hay dos militantes de la UDI que fueron a ofertar este negocio. Uno podría hacer una lectura de eso y pensar que podría existir un artilugio para hacer caer en una trampa a un familiar cercano a la Presidenta.
-¿No le parece descabellada esa teoría?
Me parece plausible. Han ido pasando los meses y, por lo menos, parece raro que un familiar cercano, casada con un militante socialista haya tenido negocios y vínculos tan cercanos con un grupo de la UDI que le va a ofrecer un negocio tan maravillosamente rentable y, pareciera ser tentador, que te puedas ganar 2.500 millones, en “una pasada”. Todos sabemos que la plata fácil siempre tiene conflictos.
-Pero, Dávalos y Compagnon estuvieron dispuestos a aceptar el negocio y hay, entonces, un tema ético también, porque si te interesa ganar dinero, tienes que tener claro bajo qué reglas lo conseguirás..
A mi juicio el primer nivel ético no es la ley. Cada uno de nosotros somos los que juzgamos las cosas que tenemos buenas y las cosas que tomamos por malas.
-¿Qué opinión tiene de la polémica en que ahora está envuelto el Ministro del Interior con las boletas que emitió a Giorgio Martelli, empresario que, a su vez, facturaba para SQM?
Rodrigo Peñailillo no sólo es un solvente profesional, ha demostrado habilidades políticas y de liderazgo muy valiosas. Él representa un cambio generacional que muchos esperamos que se produzca. Espero que tenga el temple para salir del duro momento que vive.
-Se le cuestiona por no haber mencionado que entregó boletas a Martelli, cercano a SQM…
Le creo al Ministro en su gestión profesional y debió ser sorpresivo para él también el vínculo de Martelli con SQM.
-Entre todos los rumores existentes frente a un inminente cambio de Gobierno es que Peñailillo es uno de los que podría ser removido ¿Cómo el PPD asumiría su eventual cambio?
No nos hemos puesto nunca en esa posición. No creo que Rodrigo Peñailillo vaya a salir. No quiero ser absolutista, entiendo que puede haber críticas respecto a ciertos grados de gestión que pueden ser legítimas y hay que incorporarlas, nadie es perfecto.
Crítica al sistema político
-A su juicio, ¿el Ministro del Interior ha actuado de la manera correcta en esta crisis?
Nadie del sistema político lo ha hecho bien. Se han caído los medios, el poder económico reflejado en las empresas. Los propios empresarios han dicho que van a tomar medidas más exigentes para ver si aceptan o no dentro de su gremio a los empresarios que han perforado a los partidos. Hay partidos que se han dejado perforar o han buscado una alianza con empresas y tenemos compañeros también involucrados en esto.
-¿Cree que ha sido más fuerte la relación entre el dinero y la política que la ética?
Sucumbimos ante una relación dinero y política que se arrastró por largos años de la transición y no fuimos capaces de transparentar y sobre eso, debiéramos tener una autocrítica firme que nos permita salir hacia adelante, porque todo el mundo tiene derecho a equivocarse.
-Cuando plantea que “nadie lo ha hecho bien”, ¿incluye a la Presidenta Bachelet?
No soy capaz de responderlo en este minuto, pero espero que cuando hagamos una revisión y miremos este período con cierta distancia, la Presidenta no haya cometido errores significativos.
-¿Qué logro concreto le reconoce a la actual mandataria?
La Presidenta Bachelet tiene un logro enorme que no se ha destacado lo suficiente y es que consiguió un hecho mundial, como es unir a la Democracia Cristiana y al Partido Comunista detrás de un mismo programa. Eso no lo consiguió ni Allende, no pudo y cuando intentó hacerlo, le dieron un Golpe de Estado.
-¿Es el momento de la Presidenta para promover, por ejemplo, un período refundacional?
Es la oportunidad para todo el país de refundar los consensos ético político y ponernos de acuerdo en un marco general de cómo nos vamos a mover. Estos momentos refundacionales, no creo que duren un período de tiempo corto, pero el proceso en que se va a constituir este cambio, debiera ser de largo plazo, diez o más años.
-¿Es partidario de adelantar las elecciones parlamentarias?
Discrepo de quienes han planteado, incluso dentro de mi partido, de que hay un Congreso ilegítimo. Es el Congreso que tenemos, de la legitimidad que hemos dado, en los contextos éticos en los cuales nos movemos. Quien se sale del margen de esa ética, es la justicia la que juzga y tenemos límites.
Corriente del PPD cercana a Ricardo Lagos
-¿Qué piensa de la corriente al interior del PPD cercana a la figura de Ricardo Lagos y que, en una primera etapa estaba compuesta por Carolina Tohá, Ricardo Lagos Weber y Felipe Harboe y en la que ya no está Harboe y se sumaron René Jofré, Jorge Insunza, Harold Correa y Marco Antonio Núñez?
Es una corriente que siempre ha existido, no se está rearmando. Es una corriente que existe en el PPD como existen otras. Hay gente que las valora, otros la cuestionan, que sienten que eso fragmenta al partido y otros consideran que es la forma de articularse de ciertos sectores, sobre todo cuando los partidos tienen visiones diversas de cómo enfrentar la política contingente, más estratégica de mediano y largo plazo.
-¿Cuál es el desafío para el Partido por la Democracia?
Uno de ellos es trabajar, porque sus visiones compartidas con las corrientes que existen en su interior, se puedan discutir a nivel nacional y se puedan instalar.
-¿Cuál es el problema que pueden generar la existencia de varias corrientes dentro de la colectividad?
Yo creo que uno de los principios que une a la gente del PPD es la diversidad, la posibilidad de expresarse desde distintos puntos de vista. Eso es muy valioso y también tiene riesgos como puede ser el que, en algún momento, puedan aparecer visiones contrapuestas al interior del partido.
-¿Hay esas visiones contrapuestas en este minuto?
Sí. Hay quienes piensan en la absoluta libertad laboral y que, en el marco de tus capacidades profesionales, puedes trabajar para cualquier empresa. Otros pensamos que eso debe tener un límite ético.
-¿Para evitar que se cometan irregularidades o se actué al margen de la ley?
Yo creo que es ético, más que irregularidades. Uno se puede mover al margen de la ley o no, pero hay ciertos límites éticos que uno no debiera traspasar. Como dirigente del PPD no se me ocurriría pensar siquiera, por ejemplo, que hubiera un abogado militante del partido que defendiera a un criminal de la dictadura como Miguel Krassnoff, por más que me diga que es su libertad laboral.
-Dentro del PPD hay casos claros en los que se podría pensar que se traspasan los límites éticos…
Hay gente que trabajó para Soquimich, que era una empresa del Estado que fue vendida en la dictadura, en un negocio del dictador con sus familiares y que piensan que siendo de izquierda, adhiriendo a una declaración de principios como tiene el PPD, no es ilegítimo que trabaje o reciba fondos de una empresa como ésta.
-¿Qué desafíos, en general, tienen los partidos políticos?
Tengo la impresión que los partidos y, en particular, el PPD estamos viviendo un período singular de desconcierto. No tenemos claridad de cómo salir de la crisis. Por eso, es difícil apuntar con el dedo a alguien y decirle ¡mira, tú no has cumplido con tu rol directivo! Aquí lo que tenemos que analizar son nuestros propios roles.
Daisy Castillo Triviños/El Muro