En Mulchén, en pleno trabajo de su semana distrital, el senador PPD, Felipe Harboe, se dio un espacio para analizar el complejo escenario que vive la política tras los casos Penta, Caval y SQM. El legislador analizó la forma en que el Gobierno ha enfrentado la situación estos días y aunque es crítico con los partidos, descarta una crisis terminal o que estas situaciones afecten la gobernabilidad.
¿Cómo evalúa el escenario político tras Penta, Caval y SQM?
Tenemos una situación muy delicada en cuanto a la credibilidad ciudadana, se han producido fracturas en las relaciones de confianza entre la política y los ciudadanos y también entre el mundo empresarial y la ciudadanía. Las prácticas que pudieron conocerse en la audiencia de formalización del Caso Penta, de un grupo económico, escandalizan.
Usted junto a otros senadores presentaron medidas para aumentar la transparencia y probidad, ¿ahí está la salida?
Este es un trabajo que veníamos realizando junto al senador Hernán Larraín hace ocho meses muy alejado de estos casos, pero por supuesto no eran atractivos para los medios de comunicación, porque no había ningún escándalo. Ahora que la situación es muy delicada se le da mayor realce.
Entonces, ¿no cree que el mundo político reaccionó tarde?, José Miguel Insulza planteó, por ejemplo, que los políticos están en el Muro de los Lamentos.
Es un poquitito injusto plantearlo así, probablemente lo que se requiere es que haya una reacción más contundente de los liderazgos políticos y adicionalmente, a las propuestas que hemos planteado, se adopten medidas administrativas y también los liderazgos empresariales que sean capaces de asumir que hoy están en tela de juicio.
Si no se enfrentan de buena manera estos casos, ¿puede ser una crisis terminal del sistema?
No creo que sea una crisis terminal del sistema político, lo importante es que seamos capaces de hacer una modificación relevante, que probablemente a algunos no les va a gustar, que a los partidos les va a significar una mayor exigencia, tenemos que buscar un mecanismo de sanción efectiva a los delitos de cohecho y soborno, tanto en el sector público como privado, tenemos que solucionar de mejor forma los actos de colusión.
Algunos en el oficialismo han cuestionado la conducción política de La Moneda ante la crisis, ¿lo comparte?
Algunos se sienten un poquito incómodos, probablemente porque va a haber regulaciones bastante más estrictas. Recuerde que incluso los presidentes de partidos pidieron la suspensión de la reunión nuestra, de senadores, con la Presidenta, y tiene que ver, porque también planteamos la ley de transparencia de los partidos políticos, de rendición contable e incluso poder disolver un partido si no tiene claridad respecto de su financiamiento.
Pero, ¿no cree que hubo errores en el manejo del Gobierno?
Lo que corresponde hoy día es que la opinología política dé paso a que las instituciones puedan funcionar. Soy muy crítico de aquellos senadores o diputados que más bien han aprovechado de ponerse en la vereda del frente y tirarle piedras al sistema sin hacer ninguna propuesta. Estas crisis dan espacio para el surgimiento de ideas populistas o de caudillos irresponsables. Siempre La Moneda puede mejorar en sus niveles de conducción política, pero también han dejado actuar a las instituciones como corresponde.
¿Cuando habla de caudillos se refiere a Ossandón, ME-O?
Ni siquiera me refiero a personas determinadas, creo que es un análisis por lo que ha ocurrido en otros países. Recordemos que la crisis de credibilidad del poder político venezolano terminó con el surgimiento de Hugo Chávez, así de simple, en Italia la crisis de credibilidad política terminó con el surgimiento de Berlusconi, que se erigió como una persona proba porque era empresario. Hay que ser cuidadoso.
¿Para esta crisis, cree conveniente que sea un equipo político de mayor experiencia el que maneje La Moneda?
Hay algunos que han intentado generar una situación crítica al interior del Gobierno, pero mi percepción es que no se dan cuenta que el problema no está en un ministro o en otro, el problema está en el sistema político del cual los partidos, que son los que están planteando cambio de gabinete, son parte fundamental.
El ministro del Interior planteó detener la “caza de brujas”, ¿lo representa esa postura?
Entiendo que las palabras del ministro están enfocadas a decir que quienes determinan las responsabilidades son los tribunales, no es la prensa y tampoco la política. Lo que no puede ocurrir es que se establezca una generalización respecto de todos los políticos o todos los empresarios, se requiere responsabilidad y no empezar con denuncias temerarias, porque el riesgo de hacer condenas públicas antes de las sanciones judiciales es muy complejo y afecta derechos fundamentales.
¿Está preparado el Gobierno y la Nueva Mayoría para enfrentar más casos que afecten a sus figuras en estos casos?
Lo que aquí se requiere es que la fiscalía investigue más allá de quien esté preparado o no.
Más casos de irregularidades, sumado a la baja aprobación de la política, ¿no pondrían en riesgo la gobernabilidad del país?
La gobernabilidad no está en riesgo, no hay que ser alarmistas. Cuando hay casos de esta naturaleza la justicia tiene que investigar y tal como ha dicho la Presidenta todos los funcionarios públicos tienen la obligación de colaborar.
¿La vinculación de políticos con los casos Penta, Caval y SQM se verá reflejada en las urnas en las elecciones municipales de 2016?
Puede ser, pero cuando diputados como Alberto Cardemil ganan varias elecciones después de haber sido subsecretario del Interior de Pinochet, o cuando Jovino Novoa sale elegido senador con buena votación después de haber estado metido en el gobierno militar, dan cuenta que muchas veces la memoria es corta. Sin embargo, en 2003 los chilenos aplaudían un acuerdo entre Lagos y Longueira y ahora es visto como insuficiente, eso quiere decir que los chilenos hemos mejorado nuestro estándar de exigencia ética y de transparencia.
¿Puede haber una disminución de la participación electoral?
No debiera haber una gran influencia, si somos capaces de salir adelante con modificaciones que le demuestren a la ciudadanía que la clase política tiene la voluntad real de hacer modificaciones para mejorar su nivel de transparencia.
¿Cree que una AC puede formar parte de la solución?
Los problemas de la democracia se resuelven con más y mejor democracia. No creo que una crisis de esta naturaleza se resuelva sólo con la Nueva Constitución. Quienes circunscriban la discusión en eso no entienden la importancia que tiene una Constitución.
Ricardo Lagos presentó una plataforma digital para una nueva Constitución, ¿le parece que es una buena idea?
Me parece estupendo porque es un complemento de lo que estamos haciendo con los cabildos ciudadanos. Mientras más mecanismos tengamos para poder escuchar a la gente bienvenido sea.
Varias figuras de la Concertación, ven a Lagos como posible carta presidencial, ¿qué le parece esa alternativa?
No creo que sea hoy día el momento de hacer debates presidenciales. Recién se ha cumplido un año de Gobierno y sería un despropósito empezar a plantear nombres. Me parece que el ex Presidente Lagos no está en esa posición como lo ha dicho hace un tiempo, la verdad es que yo preferiría más una nueva generación.
Fuente: Pulso