Por Francisco Vidal
En 48 horas más, de acuerdo con la ley, estarán inscritas las candidaturas presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales. En la nómina de candidaturas presidenciales estarán, en mi opinión, las dos candidatas -Bachelet y Matthei- que alcanzarán las dos primeras mayorías de acuerdo con la historia electoral reciente y con la correlación de fuerzas políticas que la sustentan.
Las dos candidatas, Michelle Bachelet y Evelyn Matthei, comparten edades similares, que provienen de las amplias capas medias y haber sido miembros de la “familia militar aérea”, dada la profesión de sus respectivos padres. Hasta ahí, y solo hasta ahí, lo semejante.
Las biografías marcan las diferencias. Una estudia en colegio particular pagado; la otra, en liceo fiscal; una, en la Universidad Católica; la otra, en la Universidad de Chile. Una desarrolla su vida profesional en el sector privado; la otra, en el sector público; una, durante la dictadura, la respalda; la otra la sufre con detención, tortura y exilio; una milita en la derecha; la otra, en la izquierda. Una ha sido diputada, senadora y ministra de la derecha; la otra, candidata a concejala, ministra y Presidenta de la República de la centro izquierda. Finalmente, una votó por Pinochet, y la otra lo hizo en contra de Pinochet.
Esas son las biografías e historias de las dos mujeres que se enfrentarán en la competencia principal por dirigir los destinos de Chile en el próximo período, pero estas biografías no solo expresan la historia, sino se proyectan hacia el futuro, porque cada una de ellas representa un Chiles distintos, y sus proyectos, en consecuencia, son alternativos, ni semejantes ni complementarios.
En materia político-institucional, Bachelet representa el cambio profundo en una nueva Constitución, Matthei representa, por otra parte, la continuidad institucional. En materia de políticas sociales, Bachelet representa la consagración de derechos sociales en educación, salud, previsión y laboral. Mientras Matthei representa la continuidad del modelo neoliberal.
Para Bachelet, la educación es un derecho que requiere que el Estado lo garantice y nos convoca a la construcción de una educación de calidad y gratuita para todos, mientras que Matthei rechaza la gratuidad universal. Mientras Bachelet está por crear una AFP estatal, Matthei la rechaza. Para Bachelet, el aborto terapéutico y el matrimonio igualitario son avances sustantivos en materia de dignidad de la mujer y de opciones libres de vida; para Matthei, esas políticas públicas no son viables, no tanto por lo que ella piensa sobre estos aspectos, sino por el veto que las fuerzas que la respaldan aplican sobre ella.
Finalmente, para cambiar esta situación de injusticia, Bachelet es partidaria de una gran reforma tributaria para financiar responsablemente estos cambios, mientras que la derecha y Matthei no están por estas reformas.
Entonces, que nadie se llame a engaño. Sí, son dos mujeres e hijas de generales de la Fuerza Aérea, pero con dos biografías y dos proyectos. En noviembre, Chile decidirá.