CUENTA POLÍTICA XXXVIII CONSEJO GENERAL PPD

Estimadas compañeras y compañeros:

Comenzaremos este Consejo General, cumpliendo con un acto que a nuestro juicio es de la mayor importancia, la cuenta política del Presidente del Partido, que la entendemos no como un mero trámite, casi un rito burocrático, sino que como el acto político de rendición de cuentas del Ejecutivo partidario ante el órgano colegiado más representativo del Partido y en donde reside por decisión de sus militantes el poder político por excelencia del PPD.

Rendir cuentas supone no sólo informar de los éxitos alcanzados o explicar los errores cometidos, sino que también exponer la mirada que tenemos sobre la coyuntura y sobre el análisis de los escenarios prospectivos a los que nos veremos enfrentados en el futuro.

El día de hoy culminaremos un largo proceso de definición política por medio del cual hemos elaborado nuestros lineamientos programáticos para los próximos 10 años, hemos definido a nuestra candidata presidencial, y al conjunto de militantes que el PPD someterá a consideración del país,  para representar nuestras miradas y propuestas en el próximo periodo legislativo,  en la Cámara de Diputados y en el Senado.
 
En relación a la elección presidencial próxima, vemos con satisfacción cómo el PPD, por lejos, ha sido el Partido que de manera más clara, nítida y coherente se ha puesto al servicio de la candidatura presidencial de Michelle Bachelet.   No solo hemos apoyado su nominación como candidata única de la Nueva Mayoría, sino que hemos hecho  todo lo que ha estado en nuestras manos para facilitar su instalación en el país y apoyarla, en momentos difíciles, a generar gobernabilidad y conducción a un conglomerado nuevo que ha surgido a partir de su candidatura presidencial.
 
El PPD ha puesto al servicio de su candidatura a toda su militancia, no solo a los profesionales con experiencia en el servicio público, sino que insisto a toda su militancia, para que nuestra candidata, libremente, sin imposición de ninguna clase, escoja a quienes habrán de colaborarle en esta etapa de campaña. 

Quienes son llamados hoy y quienes serán llamados mañana, tienen el deber ético y político de servir a Chile, de ser eficientes en el cumplimiento de su misión, probos en el desempeño de sus responsabilidades y leales con quienes han depositado su confianza en ellos y también de ser leales a las ideas y propuestas de su Partido. 
 
Tenemos renovadas esperanzas que podremos cumplir nuestro anhelo legítimo de integrar un futuro gobierno que renueve y reforme las estructuras políticas y socio económicas del país.
 
Compañeras y compañeros:

Lo dijimos cuando asumimos, el PPD debía impulsar reformas profundas y hoy, los hechos, los irrefutables hechos, nos han mostrado que estábamos en lo correcto.El Pueblo de Chile, demanda de sus partidos progresistas, que podamos reencontrarnos con nuestra propia historia. Con esa historia de la izquierda chilena que nace con los liberales y mutualistas de la primera República:  Arcos y Bilbao, y que encarnara desde finales del siglo XIX el presidente Balmaceda. Somos los herederos de esa tradición de lucha por la dignidad y la igualdad de los chilenos y por el ejercicio pleno de la soberanía nacional. 

Somos orgullosos hijos de los valores y anhelos de promoción popular  que encarnaron Luis Emilio Recabarren,  Marmaduke Grove y Óscar Schnake, cuyo relevo estuvo en manos de líderes como Salvador Allende, Rodrigo Ambrosio o Rafael Agustín Gumucio.

Es ese trayecto histórico que con sus aciertos y errores, hemos querido reivindicar, no para repetir los errores, sino que para recuperar el sentido republicano de una izquierda comprometida con aquellos que más sufren. Por eso están ustedes aquí, porque les anima ese sueño de justicia social! 
Lo que hoy el Pueblo de Chile nos demanda, es reencontrarnos con ese sentido común y recuperar la brújula de nuestro domicilio político. 
Los partidos progresistas estamos recién recuperándonos de la derrota más grande y cruel de la historia de Chile . Ustedes lo saben, hace 40 años,  El Golpe de Estado y su revolución conservadora y neoliberal,  redibujó primero por la costumbre de la fuerza y luego por la fuerza de la costumbre, las estructuras políticas, económicas  y sociales del país, dejando sus  nefastas consecuencias hasta hoy en día.

Cuando dijimos que queríamos dar un giro a la izquierda era un llamado a rencontrarnos con nuestra historia e identidad y avanzar hacia una reforma profunda que permitiera simplemente que las cosas comenzaran a funcionar  como en un país enteramente democrático e independiente. Un país que simplemente recuperara  la soberanía sobre sus recursos naturales; un país en donde el agua fuera un bien nacional y no una mercancía apropiada por transnacionales; un país con educación y salud pública gratuita y de calidad. Un país en donde las ciudades sean espacios de encuentro y convivencia y no territorios separados por murallas de exclusión y marginalidad. Un país en donde la contraprestación al trabajo humano sea una remuneración digna y decente; un país donde sus pueblos indígenas sean respetados en su derecho a decidir sobre qué quieren ser en el presente y en el futuro. 
 
No quiero aquí hacer una radiografía de lo mal que lo ha hecho la derecha en el poder.  Sería pretencioso hacerlo pues debiésemos estar toda una semana, contando error por error.
 
Al país le contaron una historia y el país les creyó. Luego no supieron contar al país en el Censo dejando la imagen país por el suelo. 
Quieren de nuevo contar un cuento, pero han tenido problemas con el narrador: primero Golborne fracasó, luego Longueira fracasó y ahora ponen a Evelyn Matthei a cargo del relato. Y van a perder, porque todos saben que el narrador omnisciente de su cuento sigue siendo Augusto Pinochet. 

Compañeras y compañeros:
Hay que recuperar el sentido común de la política. No hay que ir a doctorarse en Harvard  para entender que Chile necesita una izquierda fuerte, renovada, pero con identidad. Renovada pero con sentido común, renovada pero transformadora. Hay que volver a caminar por las calles, hablar con la gente; escucharla y construir con ellas y con sus organizaciones las soluciones a los problemas cotidianos de la población.  Ese es el gran mérito de nuestra candidata presidencial, que nunca ha perdido el sentido común. Que nunca ha perdido su sentido profundo de identidad, cultivado por su propia historia personal. 
Quiero asumir explícitamente y de manera transparente algunas críticas que se le han formulado a esta Dirección.

Se ha dicho que hemos generado un aislamiento del PPD. Yo sobre el particular sólo puedo decirles a los compañeros  con más años de militancia, que simplemente hagamos memoria. El PPD desde su origen siempre ha sido un Partido mirado con desdén, cuando no hasta con desprecio incluso por nuestros aliados. La razón primera fue que llegamos a disputar un espacio en la centro izquierda. En  los noventa se nos criticaba porque éramos un partido de figuras estelares, pues teníamos entre nuestros militantes a muchos destacados intelectuales y líderes de opinión.  Entonces, quiero recordar, se nos decía que éramos  un Partido con muchos intelectuales, pero sin ideología ni proyecto político. Luego cuando el PPD asumió como su estrategia política la defensa contra los abusos a la ciudadanía, entonces pasamos a ser un Partido irresponsable que no cuidaba las instituciones. ¿Qué instituciones? ¿Recuerdan? La ambiental, la regulatoria de la libre competencia, la de protección de los derechos de los consumidores, el sistema de pensiones.

Lo que hay detrás de esta idea de aislamiento, es otra cosa, estimados compañeros y compañeras. Es el hecho de que el PPD, nunca quiso institucionalmente ser parte del Pacto político que sostuvo la Transición en Chile. El PPD y sus militantes nunca quisimos ser parte del Partido del Orden, ese que propugnaba un acuerdo para la mantención del orden económico neoliberal, en base a una soberanía popular limitada, a cambio de la paz social asegurada por la silente omnipresencia militar. 
Esa es la verdadera razón por la cual nunca nos han querido mucho y espero que nunca nos quieran, porque el día que el afecto de nuestros socios surja por nuestras renuncias, no tengo duda que la mayoría de los que estamos en esta Sala, simplemente nos iríamos a otra parte.
También se nos ha criticado nuestra actuación en el caso del compañero Víctor Manuel Rebolledo. Se dijo que no le defendimos a él ni defendimos la institucionalidad partidaria.

Quiero sobre este punto ser muy claro. En primer lugar quiero reconocer lo mucho que le debe el PPD a Víctor Manuel. Sin él este Partido jamás hubiese llegado a tener la representación parlamentaria que ha tenido. Él lideró con inigualable talante, inteligencia y una enorme capacidad de estudio y trabajo el proceso de crecimiento electoral del Partido. Sin embargo, hoy en día, en el Chile del 2013, su condena le inhabilitaba ante la ciudadanía para postular al Congreso Nacional. Vivimos tiempos de resignificación social de los fenómenos. Ayer lo que nos parecía normal o adecuado hoy no lo es y ahí está todo el movimiento social por la educación como ejemplo de lo que digo. Como dice nuestro vicepresidente René Jofré, cuando los problemas de imagen no se solucionan a tiempo devienen en problemas de  identidad, frente a eso la responsabilidad del Presidente de un Partido es tomar decisiones, por muy dolorosas e injustas que parezcan a ojos de muchos. No es fácil presidir un Partido y eso lo saben muy bien todos los que me han antecedido en el cargo. Yo no escabullo mis responsabilidades y tomo decisiones por muy duras y doloras que estas sean. Lo hago con independencia, pensando en el bien superior del colectivo. Eso me ha animado en toda mi historia como militante del PPD.

En estas horas está concluyendo un largo y a ratos complejo proceso de definición de un acuerdo electoral para las elecciones parlamentarias y de consejeros regionales. El resultado no ha sido óptimo para el PPD y eso hay que decirlo. No estamos satisfechos, en la medida que nuestras pretensiones no han sido plenamente satisfechas. Han contribuido a generar este escenario tres factores que no hemos podido manejar. En primer lugar los partidos que conforman la Nueva Mayoría, no fuimos capaces de ponernos de acuerdo para las primarias parlamentarias legales del 30 de junio. En este punto queremos ser claros, el PPD siempre estuvo por que la definición de las candidaturas incluyera a la ciudadanía. Solo la intervención personal de nuestra candidata presidencial logró que la Democracia Cristiana y el Partido Socialista se allanaran a un proceso de primarias convencionales realizado recién la semana pasada.

En menos de 2 meses hemos participado en tres procesos electorales.
a) Primarias Internas Convencionales en los distritos 24, 40 y 51. Fuimos el primer partido en declarar nuestra postura a favor de las primarias, después de la solicitud de la candidata presidencial. Hicimos primarias en La Reina-Peñalolén; Parral, Imperial. En ellas logramos convocar a cerca de 16 mil personas, quienes votaron por los liderazgos de Víctor Barrueto y Teresa Valdés, Guillermo Ceroni e Iván Salazar, Joaquín Tuma e Hilario Huirilef. Vaya para ellos mi más profundo respeto por su convicción y compromiso con lo que nos encomendó nuestra candidata presidencial Michelle Bachelet. 

b) Primarias Presidenciales: El hito del 30 de Junio fue la reafirmación de lo que el mundo social viene demandando en los últimos años. Por eso hemos dicho que esa noche se confirmó un liderazgo y se aprobó un programa. Tenemos el orgullo de decir que  de las 10 mejores comunas para Michelle, en 8 de ellas la campaña estuvo a cargo de alcaldes y concejales de nuestro partido. Fue el caso de Canela, Colbun, Combarbalá, Paredones, La Higuera, Chanco, Monte Patria, Longavi, Coihueco y Cobquecura. Desde aquí todo el  reconocimiento por esos notables desempeños. 

c) Primarias del pacto Nueva Mayoría: El domingo 4 de agosto, se efectuaron 11 primarias para definir candidatos a la Cámara de Diputados. El PPD, compitió en 7 de ellas y ganamos 3 cupos en la papeleta de noviembre. Este resultado no nos satisface en la medida que supuso un retroceso del rendimiento electoral del PPD en lo que va de esta administración partidaria.

En efecto, en las elecciones municipales de 2012 el PPD alcanzó un número de alcaldes que nunca había tenido antes, llegando a ostentar 43 jefaturas comunales y habiendo elegido a 278 concejales. El PPD creció en población gobernada de 6,2 a 12,3% y desde esa perspectiva fue el Partido con mejor rendimiento electoral entre nuestros aliados. 

¿Qué explica el bajo rendimiento electoral en las últimas primarias de nuestro conglomerado? A nuestro juicio y en un análisis que aún está en marcha, estimamos que han sido decisivas, por una parte el traslado de Distrito de algunos de nuestros parlamentarios (un tercio de la bancada); por otro lado las históricas deficiencias orgánicas que se expresan de manera más evidente en elecciones como ésta; ciertas tenciones o divisiones internas en algunas regiones del país, donde no todo el partido estuvo donde debía estar; y finalmente explica este resultado el bajo apoyo que determinados alcaldes y concejales del Partido entregaron a favor de nuestras candidaturas. Digo lo anterior porque esto nos debe hacer reflexionar para el futuro.

Esta noche debemos ratificar para efectos de la Ley Electoral el resultado de la negociación parlamentaria al interior del pacto de la Nueva Mayoría.
Los cupos que hasta ahora se encuentran ratificados son los siguientes:

24 candidatos a la Cámara de Diputados:
1) Orlando Vargas: Arica
2) Jorge Insunza: Illapel
3) Marco Antonio Núñez: San Felipe.
4) Rodrigo González: Viña del Mar
5) Daniel Farcas: Conchalí.
6) Cristina Girardi: Cerro Navia
7) Oscar Santelices: Recoleta
8) Pepe Auth: Maipú
9) Ramón Farías: La Granja.
10) Tucapel Jiménez: El Bosque.
11) Víctor Barrueto: Peñalolén
12) Eduardo Vergara: Rancagua.
13) Felipe Letelier: San Carlos
14) Aníbal Pérez: Santa Cruz
15) Jorge Tarud: Linares
16) Guillermo Ceroni: Parral
17) Loreto Carvajal: San Carlos 
18) Cristian Campos: Talcahuano
19) Marcelo Segura: Victoria
20) Romina Tuma: Temuco
21) Joaquín Tuma: Imperial
22) José Montalva: Villarrica
23) Enrique Jaramillo: La Unión y
24) Domingo Rubilar: Punta Arenas.

3 cupos al senado:
1) Adriana Muñoz: Región de Coquimbo
2) Guido Girardi: Santiago Poniente y
3) Felipe Harboe: Octava Cordillera

No puedo dejar de reconocer el trabajo de muchas horas y que durante meses fue llevado adelante por nuestros compañeros, Gonzalo Navarrete, Alejandro Bahamones y Jorge Insunza. 

Estimamos que estas  27 candidaturas, son absolutamente viables, competitivas considerando que fue un proceso que como nunca antes en los últimos 20 años ha sido especialmente duro, como consecuencia de la necesidad de abrir espacios a nuevas formaciones políticas, entre ellas al Partido Comunista y también a independientes con alta legitimación social y política. 

Es el caso de Giorgio Jackson, donde el PPD omitió sus candidaturas, pero quiero ser claro en esto. No nos motivó la generosidad ni la buena onda. No se trata de eso. De lo que estamos hablando es que Giorgio se ganó este derecho en la calle, luchando por sus convicciones que son las mismas de nosotros. Entonces el PPD actuó en concordancia con su historia. El derecho de muchos de nuestros actuales parlamentarios y alcaldes también se lo ganaron en la calle en esos difíciles años 80. Giorgio también el 2011 fue el intérprete de muchos chilenos y chilenas desde la calle. 

Compañeras y compañeros:
El trabajo electoral aún no termina. Falta por concluir un acuerdo con nuestros socios para definir la forma en que nos presentaremos en las elecciones de consejeros regionales. El PPD ha tenido una sola línea en la materia. Embargados por un espíritu unitario que es el que nos demandan los ciudadanos, nos hemos jugado generosamente y lo seguimos haciendo hoy, por la existencia de una sola lista que aglutine desde la DC al Partido Comunista.

Soy un Presidente de región y el PPD es el partido de las regiones! creemos que solo la descentralización política real del país permitirá mejorar la calidad de vida de más de la mitad de la población del  país, por eso nos jugaremos porque el PPD apoye decididamente a nuestros candidatos a CORES que se enfrentan por primera vez al desafío de una elección. No olvidemos tampoco que sin una mayoría sólida y estable en los gobiernos regionales, un próximo gobierno podría ver fuertemente mermada su capacidad de acción en buena parte del territorio nacional, con las consecuencias políticas que ello supone para la consecución de sus objetivos.

Estimados compañeros:
Estos han sido tiempos de trabajo intenso. A nivel central el Partido en su estructura interna a ratos no ha sido capaz de enfrentar los desafíos electorales y de programación y acción política a los que está llamado naturalmente a realizar. La democracia interna, pese a los esfuerzos desplegados, muestra señales de debilidad.   La actual institucionalidad partidaria, su orgánica, no está preparada para enfrentar los desafíos que nos impone una sociedad cambiante, a ratos, en proceso de ebullición.

Desde ya, propongo un voto político con la finalidad de que en el mes de abril del próximo año el PPD realice un Consejo Nacional de Organización, que nos permita rediseñar la organización y operación del Partido, de manera de convertirlo en una herramienta más efectiva y eficiente para el cumplimiento de sus objetivos políticos tácticos y estratégicos. Este partido no cuenta siquiera con un departamento de estudios, con un equipo jurídico estable y permanente a cargo de supervigilar el estado de derecho partidario y defender nuestros intereses por ejemplo durante los procesos electorales. Tampoco contamos con un equipo permanente a nivel territorial que asuma la tarea de construir día a día y a tiempo completo el PPD en todo el territorio nacional.

Si somos conscientes que Chile requiere mejores partidos políticos para darle gobernabilidad al país debemos dar ejemplo y ser los primeros dispuestos a re organizarnos y lograr ser mejores organizaciones.
No quiero cansarlos, menos ahora que debemos debatir asuntos tan importantes para el partido y para su futuro. Quiero concluir esta cuenta pública, haciendo un llamado a la generosidad de todas y todos. Nos enfrentamos al desafío más grande desde el Plebiscito de 1980 cuando fuimos capaces de liderar el proceso de transición democrática.

Necesitamos al PPD y a todos sus militantes de pie, trabajando día a día de manera incansable por un gran triunfo de Michelle Bachelet. Necesitamos elegir a la mayor cantidad posible de nuestros candidatos a diputados senadores y consejeros regionales. No se trata compañeros, de ganar por volver simplemente al poder. Este Presidente que les habla tiene la convicción que solo con un triunfo sólido lograremos un objetivo que es nacional y no solo partidario, como es reformar las bases profundas de este país. Introducir los cambios institucionales que nos permitan hacer de Chile un país más justo. Si fracasamos en ese empeño, serán otros los que por otras vías harán esa tarea. Tenemos memoria. Sabemos lo que pasa cuando se pierde la capacidad de conducción de los procesos políticos. O Chile cambia para dejar atrás las injusticias estructurales del neoliberalismo o viviremos más temprano que tarde un proceso de conflictividad social que pondrá en jaque a la democracia. Ese es nuestro desafío, un desafío ambicioso, que no se nutre del miedo al cambio, sino que esencialmente de la conciencia de su justificación y de su justicia.

Confío en que todos estaremos a altura del desafío que la historia ha puesto en nuestro camino.

Muchas gracias.
Jaime Quintana Leal 

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