Hoy se vota la idea de legislar el proyecto que termina con el lucro, el copago y la selección en la comisión de Educación del Senado, y el ex ministro del ramo en el Gobierno de Ricardo Lagos, Sergio Bitar, ha seguido con atención el camino de la reforma, así como el de las otras promesas estructurales de la Presidenta y la Nueva Mayoría. Tras la encuesta CEP, el militante PPD advierte errores en el lenguaje “maximalista” que ha visto en algunos personeros del sector después de las movilizaciones de 2011. Dice que “hay que fortalecer la coalición”, la “relación con la DC”, apostar al largo plazo. Y frente a la gran cantidad de tareas del Gobierno para 2015, señala que aunque “sea difícil decirlo” la nueva Constitución no se alcanzará a realizar durante esta administración.
Los últimos gobiernos comenzaron con ministros cercanos al Presidente. Después, cambiaron por otros más cercanos a los partidos, ¿debería pasar eso ahora?
Para responder eso hay que hacer un buen diagnóstico, sino se sacan malas conclusiones y se toman medidas poco eficaces. ¿Cuál es el diagnóstico? Algunos de los criterios que deben predominar es que, primero, no hay reformas sin perturbación temporal; la pregunta es ¿se pueden hacer mejor las reformas para reducir los costos políticos en el corto plazo? Ahí hay un espacio. Entonces, ¿qué ha ocurrido en estos meses, qué ha llevado a esta baja? ¿Solo por las reformas, por la forma en que se hacen, o hay otros factores? Ese diagnóstico es muy importante, pero confío mucho en la capacidad de la Presidenta Bachelet para hacerlo. Hay que hacerlo bien, y no apresurarse, además, de no amilanarse por estas bajas. Aunque diga algo contra el sentido común, soy optimista de lo que viene. Hay que corregir, pero no hay que desviar el camino del objetivo de las reformas.
¿Y qué habría que corregir?
Creo que hemos subestimado dos factores en el análisis. Primero en la sensibilidad de los chilenos: aquí hay una cultura favorable a las reformas, pero no al desorden, ni a la polarización. Y no ha habido desorden, pero sí una tendencia al maximalismo que caracterizó el comienzo de este Gobierno, lo que generó incluso problemas dentro de la coalición, de gente que leyó mal la magnitud de las movilizaciones estudiantiles, pensando que esto requería de un lenguaje muy radical. Eso fue mal leído. Y nuestra coalición no debe olvidar que el progresismo eficiente debe tener una visión transformadora y una política reformadora. También se cometió el error de subestimar el poder de la derecha. Políticamente hablando, nuestra gente interpretó que en tanto la UDI y RN eran débiles, la derecha era débil. Gran error: el concepto de derecha en su acepción de conservar lo que hay y de defender los intereses existentes tiene un poder que trasciende los partidos, especialmente en los medios de comunicación, en la capacidad económica, y han tenido la inteligencia de tener una campaña e introducir ideas que pusieron en jaque las de la Nueva Mayoría.
¿Y la “retroexacavadora” del presidente de su partido, Jaime Quintana?
No me quiero referir a algo en particular, pero a buen entendedor, pocas palabras. Un progresista inteligente tiene que tener una visión de transformación, pero tiene que tener una estrategia de reformas, y eso significa concitar una opinión pública favorable, no de choque ni de polarización, eso dejémoselo a la derecha. Hay que tener capacidad de avanzar en sectores medios, y en Chile hay una clase media emergente que quiere cambios, pero no riesgos para las posiciones que ya tienen, parte de eso es la reacción frente a fin del copago. Hay que terminar con el copago y el lucro, pero cómo me acerco a eso es tan importante, como a dónde quiero ir. Sino, no se llega. Pero este lenguaje irá cambiando a medida que nos acerquemos a las elecciones municipales.
¿A qué atribuye ese “lenguaje”?
Tal vez por las movilizaciones de 2011 en adelante, todos nos confundimos, hicimos muchas discusiones de qué es lo que estaba transformándose en Chile y algunos leyeron una radicalización de la sociedad chilena. Pero yo viví el lenguaje radical de la Unidad Popular y me di cuenta de que la fuerza de las palabras vale nada frente a la fuerza de las armas. Entonces, hay que cuidar las palabras frente al poder económico y ser más convocante y afectuoso. Creo que el mejor modelo de eso ha sido la Presidenta.
¿Qué responsabilidad tienen las figuras clave de los partidos?
Poner por delante el interés del conjunto de la coalición y entender que las reformas que está haciendo la Presidenta Bachelet no pueden hacerse en cuatro años, sino que en ocho o doce. Deben tener una perspectiva de largo plazo que implica tener una coalición que dure. Entonces, cuando dos presidentes de partidos oficialistas salen destacando la aprobación de Marco Enríquez-Ominami en las encuestas, les pregunto: ¿Cómo se refuerza al Gobierno y se mantiene a la coalición? Hay candidatos como Enríquez-Ominami y Andrés Velasco que hoy no garantizan que exista una coalición sólida, la pueden romper. Y una coalición fuerte para gobernar es más importante que el candidato presidencial. Si no, tienes un Presidente sin capacidad de gobernar.
¿Pero es proyectable la Nueva Mayoría?
Hay que ser más comprensivos entre unos y otros para darle fuerza a la Nueva Mayoría, anteponer lo colectivo. Hay que cuidar más la relación con la DC. Hay una percepción dentro de la DC de la que tenemos que hacernos cargo sobre que no han sido debidamente considerados en las funciones de Gobierno y tampoco en la radicalidad de los planteamientos que se han hecho por algunos. Entonces, hay que buscar los espacios de entendimiento porque nos da más fuerza al conjunto y avanzamos más en las reformas. Es muy importante una coordinación más cercana e inteligente entre el PPD y el PS. En mi partido no encuentro mucha acogida a esa posición, tampoco noto mucha en el PS, pero no hacerlo es un gravísimo error. El PPD y el PS tienen que coincidir en sus puntos de vista porque juntos ayudan mucho a la articulación de la Nueva Mayoría, porque a su izquierda hay fuerzas que son mayores o menores y que pueden tener interlocución, y nuestra historia nos hace ser muy partidarios de una cohesión con la DC.
¿Cómo ve al PPD en este cuadro?
Mi partido ha perdido capacidad de liderazgo en ese terreno. El PPD siempre ha puesto los temas ciudadanos, y hoy no lo veo discutiendo los temas estratégicos. No basta con tener ministros, hay que saber hacia dónde se va, y hacer operaciones políticas, conversaciones, cercanía sistemática con otros, para explorar los puntos en común y afirmar una estrategia más allá de 2018. El PPD ha sido muy leal con la Presidenta, pero hoy se desdibuja su impronta de proyección de una coalición más fuerte.
¿Cuáles serían las debilidades del Gobierno?
Todos los gobiernos tienen que tener capacidad estratégica y táctica: ir ajustando su objetivo e ir modificando sus procedimientos. Veo un 2015 interesante si tenemos la inteligencia de sacar la ley (de reforma) electoral y aprobar el término del lucro y el copago, sin generar conflictos inútiles en el tema de la propiedad y de los arriendos, que son absolutamente secundarios. El Gobierno tiene que volcarse sobre la reactivación económica, con mucha más fuerza, eso va a ser prioridad. También tenemos en 2015 reformas importantes, donde hay que sacar conclusiones sobre lo que hicimos en educación y en tributaria, para hacer mejor las que vienen. La laboral no tiene el impacto que tuvieron las anteriores, porque si las explicamos bien, si entendemos que no puede haber en una economía moderna el reemplazo de los trabajadores en huelga o estar negociando con distintos grupos, sino que se fortalezca la sindicalización y haya un gran empujón en materia de capacitación, renueves el sistema del seguro de desempleo, no debería haber mayores problemas. Viene la de la regionalización, porque esto lleva cinco o seis etapas: reforma constitucional, ley de rentas, las atribuciones de los intendentes y su método de elección, la relación de los intendentes de distinto signo político con el poder Ejecutivo… Viene el resto de las materias de educación y hay que hacer cambios en salud pública…
No se ve mucho espacio para la nueva Constitución…
Sé que es difícil decirlo, pero cualquier persona que entiende de política sabe que no va a haber nueva Constitución durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet, eso es obvio. Si ya hemos visto que con reformas como estas (educacional), se genera toda esta discusión… Tenemos que crear un contexto de debate nacional más propicio para lo que hagamos. Hagamos una nueva Constitución, pero hagámosla de una forma que no genere tribulaciones, disputas, conflictos que generen una paralización y que al final terminen retrasando todo, y pagando un costo muy alto.
Entonces, ¿cómo se cumplirá con la promesa de Gobierno?
Tiene que haber, probablemente a partir de 2015, un proceso de discusión de contenidos. Y aquí es otra decisión política importante: no me cabe duda que los contenidos tienen que ir antes que el procedimiento. Si ponemos el procedimiento por delante, claro, alguna gente con razón va a decir: ‘si el procedimiento no es el que quiero no va a haber reforma constitucional’, y no va a haber nunca por esa vía reforma constitucional, porque para que pueda haber asamblea constituyente tiene que haber una reforma constitucional previa que la autorice, o hacer un plebiscito para ver si la gente quiere hacer asamblea constituyente o establecer una asamblea, y en eso no vamos a tener los dos tercios. Entonces, el que plantee que quiere antes que nada el procedimiento a través de una asamblea constituyente, políticamente está diciendo ‘no quiero reforma constitucional, o no quiero una nueva Constitución’. Entonces no sabemos cómo se va a desplegar. Puede que las condiciones cambien a futuro, pero hoy la gran responsabilidad es generar un mecanismo de discusión nacional sobre los contenidos de una nueva Constitución. Producido aquello, el Gobierno y la Presidenta tienen que resolver si lo manda al Congreso y le pide que haga una reforma constitucional para permitir una consulta ciudadana o establecer una asamblea constituyente o lo que fuere.
La reforma educacional
¿Qué ajustes propone frente al proyecto de inclusión?
En la amplia mayoría del país, y lo he constatado incluso con los representantes con los sostenedores privados, hay aceptación por el término del lucro y del copago. También hay también un rango importante de cambios que se pueden hacer para lograr ese propósito de una manera menos conflictiva, y ahí creo que estamos acercándonos a esa solución. Entre los distintos sectores, y ahora en la comisión unida de Hacienda y Educación, sobre esta materia puede llegarse a un registro de unas treinta o cuarenta indicaciones específicas que giren en torno a los temas en que todavía hay discusión instrumental y que el Gobierno las acoja y mande las indicaciones.
¿En qué ámbitos?
En el ámbito de las compras por parte de las corporaciones sin fines de lucro al sostenedor anterior de su infraestructura, para que pasen a ser parte del capital del colegio, dar los recursos suficientes para hacer eso y eso se puede hacer con el sistema financiero, con garantías del Estado, y el ministro Eyzaguirre es harto bueno en eso y sabrá cómo hacerlo. Luego, en aquellos casos en que por una razón u otra -porque hay deudas, porque hay hipotecas, porque hay que tomar más tiempo- flexibilizar los sistemas de arriendo (ojalá por un tiempo limitado, tampoco esto tiene que ser permanente). Después, todavía quedan algunas materias de selección. Como estás pasando a la educación media, a esas alturas en todos los sistemas existen ciertas flexibilidades para que por méritos o por vocación generes también algunos procesos de selección: los que son buenos para las matemáticas a veces los seleccionan más para un lado, los que son buenos en música, para otro. En fin, entonces hay ahí tal vez se pueda ser menos enfático en la eliminación de toda fórmula, dejando espacio por mérito, no por nivel socioeconómico, ni por cuestiones valóricas, ya que es el Estado el que está poniendo los recursos. En cuanto al copago también hay una voluntad de que se reajuste el sistema en el tiempo, para mantener el valor en costo educacional del copago, o sea, que se ponga en Unidad de Subvención Escolar (USE), no en UF.
Pero la Confech ya criticó las fórmulas de bancarización…
No hay capacidad del Estado, y sería absurdo que pusiéramos gran parte de la reforma tributaria para comprar los colegios. Entonces hay que dar plazos para pagar, y a un costo que sea de mercado al que le compras y que los intereses sean lo más bajo posibles. Estamos viviendo un momento de tasas de interés muy bajas, hay que aprovechar, se pueden conseguir créditos hipotecarios largos a tasas de interés bastante bajos y más todavía si el Estado está detrás, los riesgos disminuyen y esa tasa es todavía más baja.
¿Ha sido eficiente la incorporación de sectores críticos a la Concertación, como RD e independientes al Mineduc?
No soy partidario de excluir a nadie. Si los jóvenes, la RD, pueden aportar, hay que escuchar esos aportes. Lo que no puede ser es que reduzcan la presencia de las fuerzas políticas dominantes y eso se ha corregido. En torno a un ministro, tienen que haber expertos de las fuerzas políticas dominantes, lo cual te facilita como ministro la conexión con los alcaldes, con los diputados y los senadores con los que tienes que trabajar. En un régimen de partidos -esto no es una dictadura, esto no es un populismo autoritario- tienes que tener una relación con los partidos, y es por eso que en general los ministros que saben de política, constituyen gabinetes plurales, los que no saben de política, constituyen gabinetes monocolor y les dura poco. Tuvieron que hacer varios ajustes porque el tema es súper complejo. Hay que valorar el trabajo de Eyzaguirre, es muy difícil, yo mismo a veces tengo miradas críticas, pero al que hubieras puesto en el cargo habría tenido problemas mayores.
¿En qué está la reforma educacional?
Administrador provisional y de cierre
Despachado del Congreso y visado por el Tribunal Constitucional, tras el requerimiento de la Alianza. Su objetivo es abordar a las instituciones de la educación superior en crisis.
Fin al lucro, al copago y la selección
Proyecto en segundo trámite en el Congreso, es uno de los más polémicos hasta ahora de la reforma educacional. Mañana será votada la idea de legislar en la comisión de Educación del Senado. Las futuras indicaciones oficialistas ya son materia de controversia en el sector.
Reforma a la institucionalidad preescolar
En segundo trámite.
Salas cunas
Más de 500 salas cuna en cerca de 380 localidades a nivel nacional. Programa en ejecución.
Derogación de los artículos anti participación del DFL2
Proyecto en primer trámite del Congreso. Elimina la normativa que prohibe la participación en instituciones de la educación superior. No estaba previsto en la reforma y fue enviado después de que la Confech insistiera en su exigencia para subirse al Plan de Participación del Mineduc.
Agenda inmediata pro educación pública
Anunciada por la Presidenta Bachelet el pasado 21 de mayo. En ejecución, pese a críticas de algunos alcaldes.
Programa para el Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE)
Programa en vigencia que entrega apoyo económico y vocacional a estudiantes de familias vulnerables desde tercero medio para su ingreso y permanencia en la educación superior.
Nuevas universidades estatales
Proyecto en primer trámite en la Cámara de Diputados. Crea dos universidades públicas “comprometidas con el desarrollo regional” en Aysén y O’Higgins.
Centros de Formación Técnica estatales
Proyecto enviado por la Presidenta al Congreso la semana pasada. Comenzará a ser tramitado esta semana en la Cámara. Creará 15 centros de formación técnica estatales. Los primeros estarán en las regiones de Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Maule y Magallanes.
Plan Nacional Docente
Las movilizaciones docentes por su agenda corta y las críticas internas del magisterio hacia la conducción oficialista de Jaime Gajardo (PC) dificultan el envío del proyecto. Sin embargo, la Presidenta anunció que será presentado antes del 31 de enero al Congreso.
Nueva educación pública
La Presidenta Bachelet anunció el mes pasado que el proyecto será enviado en enero 2015. Desmunicipalizará las escuelas y liceos públicos y creará servicios locales de educación.
Reforma a la educación superior
Estaba prevista para el segundo semestre de 2014, pero se postergó para 2015. Según el Mapa de la reforma educacional del Mineduc, cambiará el financiamiento y el marco regulatorio, además de mejorar la calidad, el acceso y el avance en la gratuidad para este nivel del sistema educativo. También aumentarán los fondos para la investigación científica y tecnológica.