A raíz del unilateral lanzamiento de misiles por parte de los Estados Unidos, contra una base aérea siria, justificado como represalia por el ataque con armas químicas contra civiles, atribuido al Gobierno de Bashar Al -Assad, el PPD declara:
Rechazamos en forma terminante la utilización de armas químicas en cualquier circunstancia.
Su investigación, desarrollo y utilización atenta contra la dignidad humana y vulnera los derechos humanos. Es indispensable determinar las responsabilidades para la aplicación de las sanciones correspondientes.
El Presidente Trump, no respetó los acuerdos de consulta a organismos como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y no pidió la autorización del Congreso de los Estados Unidos, creando con ello un precedente que ya había sido utilizado por el Presidente Bush para el ataque a Irak y al que el Gobierno de Chile, presidido por el Presidente Ricardo Lagos, se opuso tenazmente.
Rechazamos el respaldo que ha tenido por parte de algunos países el ataque de misiles de Estados Unidos a Siria, como represalia adoptada de modo unilateral, ya que tenemos la convicción que la violencia sólo genera más violencia, y que la forma de resolver los conflictos internacionales es mediante el diálogo y la búsqueda de acuerdos, a través de los organismos nacionales e internacionales competentes.
Nos preocupa que este episodio bélico, genere una agudización del conflicto en Siria y desde Chile hacemos un llamado y nos sumamos al que realizó el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en el sentido de contener el conflicto, para “evitar cualquier acto que agrave el sufrimiento de la población en ese país”.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional a poner en primer lugar, la solución que favorezca al pueblo sirio. El PPD considera urgente que la comunidad internacional asuma una estrategia que permita solucionar el conflicto, mediante medios que busquen llevar efectivamente la paz a Siria.
Los ejemplos de Irak, Libia, Afganistán nos muestran que el empleo de la violencia en nada ha contribuido a pacificar tales zonas, ni mucho menos ha traído el respeto a los derechos humanos y la democracia. Por lo anterior, es indispensable que el conflicto se resuelva a través de la reanudación en forma urgente de las conversaciones de Ginebra.
Santiago, 07 de abril de 2017