En su adhesión a esta convocatoria, el PPD enfatizó su acuerdo con las demandas planteadas que tienen como foco las reformas educacionales y laborales, la proposición de un nuevo pacto fiscal y la definición de un nuevo pacto constitucional que permita la profundización de la democracia, junto con esto el PPD reafirmó el derecho de los ciudadanos a manifestarse en democracia y llamo al gobierno a respetar el ejercicio de éste y a garantizar las condiciones para que ello pueda hacerse en forma pacífica y ordenada.

Junto con lo anterior la colectividad planteo su rechazo al tono agresivo y descalificador que ha empleado el gobierno en el tratamiento de este tema. Al respecto, se planteó que los insultos ocupados por las autoridades de gobierno y el verdadero clima de terror que se ha buscado generar en torno a estas movilizaciones no debe contaminar el carácter de esta convocatoria el cual debe mantener el espíritu ciudadano y de amplitud con el cual se gestó. El Partido Por la Democracia  llamó a movilizarse pacíficamente en esta jornada y no aceptar provocaciones por parte de quienes inciten a la violencia. La violencia y el temor, según indicaron, es lo que buscan quienes quieren deslegitimar este movimiento, y restarle el apoyo ciudadano. Por el contrario, las manifestaciones pacificas son una muestra de la convicción y serenidad de quienes saben estar en lo justo y son la mejor manera de mantener la amplitud y representatividad del movimiento social y político por las reformas.

Los dirigentes del Partido Por la Democracia se plegarán a las actividades previstas en sus comunas y territorios.  La movilización del 24 y 25 ha sido convocada desde el mundo social  y la adhesión del ppd así como la de otros partidos de oposición en ningún caso se traducirá en un protagonismo  forzado de estos últimos. Desde el gobierno y la derecha se ha intentado construir una falsa imagen, según la cual los actores ciudadanos son sólo títeres de los dirigentes políticos, los cuales los utilizan con un fin de desestabilización política. Por el contrario, la realidad es que existe hay un vigoroso mundo social y, como partidos políticos tenemos el deber de respaldar sus demandas cuando estas son justas y apoyar sus iniciativas cuando estas van en bien de nuestro país respetando los roles de cada uno pero también cooperando para viabilizar las reformas que Chile necesita y que una mayoría de la ciudadanía espera.