Por Francisco Vidal en El Mercurio
Esta fue la principal consigna de la campaña presidencial de la Nueva Mayoría, que llevó a La Moneda a la actual Presidenta de la República, Michelle Bachelet. El concepto da cuenta del objetivo, de la esperanza, del compromiso del gobierno recién asumido. Para cumplir y avanzar hacia ese objetivo, la Presidenta y la Nueva Mayoría concordaron un programa de gobierno con respuestas frente a la realidad del país.
Pero hay que tener claro, para comprender el objetivo, de dónde partimos, no obstante que todo país en el largo plazo va progresando, va avanzando. Quizá la diferencia que marca la existencia de un nuevo ciclo es que existe conciencia de que el país, por el nivel de desarrollo alcanzado, está en condiciones, gradualmente, de alcanzar el objetivo principal: el Chile de todos.
Como muy bien lo ha dicho la Presidenta, el principal obstáculo para esta esperanza es la desigualdad que impide que el país, que la nación, que los chilenos y chilenas se sientan en plenitud, en su mayoría, como parte de este Chile de todos.
Veamos, por ejemplo, en algunas áreas donde existen carencias. En educación no habrá Chile de todos mientras el sistema preescolar no alcance el 50% de cobertura, es decir más de la mitad de los niños entre 85 días de vida y seis años, no asisten ni a la sala cuna, ni al jardín infantil, ni al prekínder, ni al kínder. La respuesta del actual gobierno es aumentar la cobertura construyendo 4.500 salas cunas y 1.200 jardines infantiles. En el sistema básico y medio, no existe Chile de todos mientras la inversión por alumno en la educación municipal y particular subvencionada promedie los $70 mil al mes, mientras que en la particular pagada, que representa solo el 7% de la matrícula, la inversión por alumno, en promedio, alcanza los $225 mil al mes. El programa responde con un aumento de la subvención pública, la recuperación de este sector y el fin gradual al financiamiento compartido en la educación particular subvencionada. No existe Chile de todos en la educación superior mientras la cobertura de esa cohorte no alcance el 40%; además del endeudamiento de las familias y sus hijos en el sistema, agregando la existencia legal del lucro en el subsistema de centros de formación técnica y de institutos profesionales: la respuesta es la gratuidad en el sistema en cuatro años para el 70% relativo más pobre, y la creación por parte del Estado tanto de universidades como de centros de formación técnica e institutos profesionales, sin fines de lucro, en las 15 regiones del país.
En el sistema previsional no hay Chile de todos mientras más de 1 millón de pensionados de las AFP tengan una pensión promedio de $180 mil al mes. La respuesta del programa es la creación de la AFP estatal y de una comisión, con plazo definido, que busque una alternativa a este “desastre previsional desde la óptica de los ciudadanos”.
En materia de salud no existe un Chile de todos mientras el 80% de los chilenos están afiliados a Fonasa y solo un 17% a isapres, considerando que el sistema público, a pesar de sus enormes esfuerzos, carece de infraestructura, de especialistas, y a nivel municipal de un mayor per cápita.
No existe Chile de todos mientras tengamos un déficit de vivienda de 450 mil unidades. No existe Chile de todos, en materia laboral, mientras menos del 15% de la fuerza de trabajo está sindicalizada y menos del 10% negocia su salario colectivamente. La respuesta del programa en esta materia es el fortalecimiento del sindicato, la eliminación del multi-RUT y la derogación del reemplazo en el ejercicio del derecho a huelga.
Finalmente, no existe Chile de todos mientras el crecimiento económico, que ha sido muy bueno en promedio en los últimos 30 años, no llegue en igual proporción a todos los chilenos. Es indecente en esta materia que el 1% más rico capture el 28% del ingreso; el 0,1% capture el 13%; y el 0,01 capture el 6%; mientras que en su polo opuesto, el millón de familias que representa el 20% más pobre, captura solo el 3% del ingreso nacional.
La Presidenta, el Gobierno, la Nueva Mayoría, están en condiciones por voluntad popular de acercarse, de avanzar hacia esa esperanza y objetivo, que Chile sea de todos.